Deshacerte de las Cargas Generacionales
Durante nuestra niñez adoptamos un guión de vida, algo así como un contrato que incluye “compromisos” necesarios para la supervivencia de nuestro sistema de crianza. Cuando somos adultos, podemos reeditar ese guión y adecuarlo a lo que somos hoy, adaptándolo para que funcione en nuestras relaciones presentes y nos ayude a lograr vivir la vida que queremos.
Te dejo éste ejercicio de visualización creativa para liberarnos de la carga de lo que no nos pertenece.
Busca un lugar tranquilo y cómodo donde poder relajarte en un momento en el que no te interrumpan ni molesten. Cierra los ojos y visualiza una habitación pintada y decorada a tu gusto con asientos cómodos situados en círculo, o de la forma que consideres más funcional para conversar. Acomódate en uno de ellos y siéntete (atiende a las sensaciones que percibes en tu cuerpo) en ese lugar.
Trae a ese lugar a tu padre y a tu madre (estén vivos o muertos, los conozcas o no); invítalos a sentarse. Si consideras que hay otros miembros del árbol familiar que deban acudir al encuentro, hazlos aparecer en la escena.
Agradéceles estar allí y diles que los convocaste para devolverles cosas que les pertenecen. Se pueden visualizar a los padres y otros ancestros con una gran cesta en los que van depositando cada devolución en forma de paquetes de diferentes tamaños y colores. Esos paquetes son las cargas que llevas encima y se los vas entregando uno a uno. Haz el ejercicio como te resuene en tu interior.
Les devuelvo la responsabilidad de su felicidad. De pequeñ@ me creí poderos@, pensando que siendo de “tal” manera o haciendo tal cosa serían más felices. Ahora sé que no depende de mí, que es su responsabilidad.
Les devuelvo el poder de sanar sus heridas. De adulto entendí que nadie se sana si no es por un trabajo personal profundo.
Les devuelvo las creencias limitantes que pusieron freno a su evolución. Yo me quedo con el permiso de desarrollarme plenamente en mis relaciones, mi profesión, mi prosperidad económica y creativa.
Les devuelvo las armaduras que pusieron en mi corazón para protegerlo de heridas, pero que también me han impedido dar y recibir todo el amor que yo y los que me rodean nos merecemos.
Les devuelvo sus miedos, sus fobias, sus proyectos frustrados, sus monstruos y sus fantasmas.
Hagan todo lo que quieran, quizá también lo devuelvan a nuestros ancestros o los arrojes al fuego… son suyos.
Termina el ejercicio volviendo a agradecerles su presencia a todos y sobre todo por haber servido de canal para tu llegada a este mundo.
Observa como se llevan todo lo que les devolviste y se van. Imprégnate de una agradable sensación de ligereza y liberación. Abre los ojos y estira tus músculos antes de levantarse y seguir con tu día.
Grisell Delgado R.
“Sé el cambio que deseas ver”.